María Muzungu, en sus memorias, logra transportarnos a sensaciones, a personas, a olores y a sonrisas de Uganda. Balance imperfecto entre un país pobre por fuera, pero bello y pleno por dentro.
A través de poemas, relatos e incluso de fotografías, la autora consigue adentrarnos en esa Uganda única que sólo experimenta el afortunado que puede vivirla de la mano de un ugandés; caminando por las calles de Kampala y recorriendo el país, inclusive, en ambulancia.
Las palabras en luganda, (lengua bantú), las comidas, e incluso los sonidos de los pájaros, son metáforas que te hacen imaginar que estás ahí, sintiendo el calor de la tierra roja de leyendas.
Cada uno de los poemas y relatos de este libro es una historia real, plasmada de ficción en ocasiones. Un mercado, la puerta de una iglesia, un orfanato o un edificio abandonado, son los escenarios que María Muzungu advierte para conectarte con vidas lejanas que al final están muy cerca.